31.12.18

Cerrando 2018: la música

Aquí adjunto el resumen de datos musicales de 2018 que me proporciona Last.fm. Este año se ha caracterizado por lo errático de scrobbleo de la página, que ha dejado de responder a todos los dispositivos que usaba. En general: un año donde llegue a las diez mil reproducciones es un buen año. Por tanto, bien.




Este año se confirma la vuelta a lo conocido. He escuchado muchos de mis clásicos, como Tom Waits, Katatonia, AATT, Gardel, L'Ham de Foc... 



De los álbumes, lo mismo de antes. Se posiciona muy arriba Wardruna, un disco que me encanta poner para hacer la cena. También tuve una racha de Conan y estuve escuchando en bucle la banda sonora de Poleudoris. Una de las pocas novedades del año: el nuevo disco de A Perfect Circle, que está bastante bien en su primera parte. También el de Arcana, aunque no lo recuerdo mucho.


30.12.18

Cerrando 2018: las películas


El año pasado no llegué a publicar la lista de películas visionadas, pero ascendió a 75, marca que mejoró las 54 de 2016. Este año he vuelto a superar el techo con 80, de las que a continuación hago un somerísimo análisis. (R) indica revisión.

1. Los minimalistas (documental). Viven con poco y lo disfrutan. Pues muy bien.
2. El show de Truman. (R) Una película que cada año vuelvo a ver y que me encanta. Escribí sobre ella en RIRCA.
3. El abuelo. (R) Otra joya que, pese a hacerse a ratos larga, es genial, y una manera perfecta de hablar del Realismo en clase. Escribí sobre ella en RIRCA.
4. The Kids' Menu (documental). Uno de los mejores documentales sobre alimentación que he visto y realmente inspirador para acometer la tarea de un huerto escolar. Muy recomendado.
5. Conan el bárbaro (1982) (R). Aquí empecé una serie de revisionados de pelis de testosterona pura because yes, porque me apetecía. Y las disfruté como un chaval.
6. Mad Max: Fury Road. Las críticas que hablaban de puro espectáculo visual tenían toda la razón. Con esta peli se puede aplicar aquella máxima de "empieza con una explosión y a partir de ahí, sube".
7. Commando. (R) Arnold pegando tiros y hostias a mansalva, impagable.
8. Cobra. Lo mismo, pero con Stallone.
9. Star Wars Ep. I. (R) Yo no quería, pero había que hacerle una introducción a LittleSnow y había que ver la primera trilogía. Y ratifico: es mala, mala con solemnidad. Es... O sea, es horrible. No tiene ni pies ni cabeza. Lo de los midiclorianos es una puta mierda. Tiene al peor secundario jamás creado. La estética se aleja del canon. En fin, es una puta mierda y si hay un dios le pido que a los mandamases de Disney les de por hacer un reboot de Star Wars y eliminen esta película, como mínimo, y la sustituyan por algo más digno.
10. Océanos de plástico (documental). Otro documental muy necesario.

Cerrando 2018: Las series


Llevo años sin actualizar correctamente el resumen actual de temporadas de televisión vistas. Este año, con casi cuatro meses de retraso, alzo acta notarial del 2018 en cuanto a series:

· Las chicas del cable (Temporada 1, 2 y 3). Serie española que busca ser el referente patrio de serie de época al estilo de Call the Midwife, con elementos de intriga a lo The Bletchley Circle, que no obstante desde los primeros capítulos empieza a deslizarse hacia los rasgos del culebrón. Tuve hígado para ver la tercera temporada porque el cliffhanger del final de la T2 estaba muy bien puesto, y seguiré viéndola como placer culpable. Hablé de ella en RIRCA.

· Modern Family (Temporada 9). Nada que añadir a lo dicho anteriormente de esta serie: que sigue en buena forma pese a acumular ya diez años en antena.

· The Last Man On Earth (Temporada 4). La serie que rivalizaba en arrastrar el amor-odio de sus seguidores merced al espectáculo basado casi exclusivamente en el sentimiento de vergüenza ajena fue clausurada abruptamente al final de esta temporada, dejando las tramas abiertas. Creo que la serie había ido mejorando con el tiempo, pero debió de ser una impresión mía sólo, al parecer. Hablé de ella en RIRCA.

· Una serie de catastróficas desdichas de Lemony Snicket (Temporada 1 y 2). Serie de deliciosas novelas que ya habían tenido adaptación fílmica, esta nueva versión no tiene nada que envidiar a la anterior. Una serie, como diría el musical de La familia Addams, "apta para los niños (más o menos)", que hace de los CGI su principal decorado, y que tiene en su ambientación tétrica y opresiva una de sus mejores bazas. Sin ser una serie de terror, mi hija insiste en no verla, del mal rollo que le produce, ahí lo dejo. Sin duda es una de esas series que se recuerdan mucho tiempo. Hablé de ella en RIRCA.

· Penny Dreadful (Temporada 1 y 2). Sin duda, de lo mejor que he visto durante el año. Tiene todo lo que me gusta: siglo XIX, ambientación victoriana, asesinatos, seres sobrenaturales, sueños, amores imposibles, licántropos, escritores malditos... Un pastiche decimonónico genial.

· The Good Doctor (Temporada 1). La sensación de la temporada (o al menos, eso creo Telecinco) es esta adaptación occidental de una serie coreana, protagonizada por un médico en prácticas autista con características de genio. Serie procedural al estilo House, sólo que el doctor borderline ahora es joven y su misantropía es patológica, no de carácter. Entretenida.

· Más allá del jardín (Temporada única). Una pequeña obra maestra de la animación, que combina cuentos de hadas, animación tradicional, jazz y delta blues, que bebe de numerosas fuentes literarias... Preciosa. Hablé de ella en RIRCA.

· (Des)encanto (Temporada 1). La nueva obra de Matt Groening es una sátira como la que nos tiene acostumbrados pero esta vez ambientada en un mundo medieval fantástico. Desde éste, puede aprovecharse para reír sobre todos los tópicos del género mientras habla de otras cosas que también le interesa criticar. Creo que ha sido malinterpretada y denostada por culpa del hype y de la crítica ultrarrápida a la que estamos acostumbrándonos ver en las redes sociales. Necesita reposar y repensar para ser apreciada, no es un producto de mero consumo rápido.

· The IT Crowd (Temporadas 1-5). Aproveché que estaba disponible en Netflix para volverla a ver del tirón y de paso ver el episodio especial que cerraba la serie y que aún no había visto. Para mí, de lo mejor de las series inglesas de humor recientes, a años luz de la comedia geek tonta que pretende ser Big Bang Theory y con la que a veces ha sido comparada. Personajes inolvidables, humor nerd y a veces muy políticamente incorrecto, pero divertidísima hasta el punto de que soporta muy bien el revisionado.

· Haunted/Al borde de la realidad (Temporada 1). Serie en formato docureality sobre fenómenos paranormales que lo único que tiene de interesante es fundir dos géneros hasta ahora separados. Hablé de ella en RIRCA.

· No veas esto (Temporada 1). Serie de pequeños cortos de horror (a veces, simplemente clips experimentales), con alguna que otra buena idea, peo en general regulera.

Series iniciadas pero abandonadas por el momento: Merlí, Devilman, Trollhunters, Westworld S02, Lost in Space, El príncipe Dragón, Haunting of Hill House, She-Ra, Ghost Wars.


29.12.18

Cerrando 2018: los cómics

He leído 184 cómics este año. Una muy buena cifra que ha superado a la del año anterior, para mi sorpresa. Es una enorme cantidad de cómics para alguien no muy lector, pero a mí me da la impresión de que es una cantidad nimia si comparamos con lo que se publica actualmente. La gran mayoría de ellos han sido reseñados o bien en Papel en Blanco, o en Ultima Hora, o en Iconotropía. En esos 184 hay de todo: novedades del año, pero también relecturas, material de la biblioteca que se me escapó... Hay manga, bd, cómic español, superhéroes, cómic no mainstream, novela gráfica... En fin, de todo. He hecho una selección de lo mejor del año en dos partes en Papel en Blanco que podéis leer aquí. Abajo os dejo las portadas de mi selección de lo más interesante de 2018. 



28.12.18

Cerrando 2018: los posts

Voy haciendo balance de mi año, no por afán narcisista, sino como mero recordatorio personal. Me he dado cuenta con el tiempo, de que tengo una extraña fijación por levantar acta de todo lo que hago, de hacer listas y recuentos de mis actividades. Así que allá va.

En Papel en Blanco, acomodados ya en la nueva página y servidor, éste ha sido el primer año íntegramente gestionado por sus redactores como una nueva etapa, desde que Weblogs SL nos abandonara en verano de 2017. Desde entonces he capitaneado el barco y he publicado como mías las entradas de reseñas y opinión y como Papel en Blanco los posts de noticias o anuncios de novedades. En Iconotropía he centralizado como cada año mi actividad como divulgador de cómic, recopilando lo que escribo para Ultima Hora y PeB, pero también he incluido reseñas inéditas. Con todo, en este blog tengo aún que ponerme al día e incluir todas las reseñas aparecidas en el periódico desde noviembre. En RIRCA he mantenido el tipo, pero donde se ha notado el aumento de actividad ha sido en el blog de Immaculúdica, que refleja el progresivo interés por potenciar la actividad lúdica en el colegio en el que trabajo.

Para 2019 tengo pendiente hacer una reflexión profunda, dejar de escribir "por obligación" y centrarme en lo que verdaderamente me interese, y dejar de lado todo lo posible lo que escribo por compromiso.

Resumen
Papel en Blanco:  126 (cuenta común), 129 (usuario propio) = 255 posts.
Iconotropía: 79 
RIRCA: 16 
Cisne Negro: 13

Immaculúdica: 30
Fénix Negro: 3

Total:  393 posts. Nada mal.

30.11.18

'Dionysus' y la celebración báquica de Dead Can Dance


Lo mejor la vida son esas sorpresas que a veces te da cuando ya no esperas nada. En 2012 Dead Can Dance volvió con Anastasis a la primera línea de la música, demostrando que, aunque su último album entonces databa de 1996, no habían perdido ni un ápice de su personalidad y buen hacer. Han pasado seis años desde Anastasis y desde que los vimos en un increíble concierto en Barcelona. Y, de repente, el mes pasado, un anuncio que me deja descolocado: DCD anuncian nuevo trabajo, ¡y gira! Bah, pensé, seguramente un recopilatorio que añada alguna canción del último disco al canon de éxitos, porque el último, Memento, era de 2005. ¡Pues no! Sus redes sociales oficiales anunciaban un nuevo trabajo original: Dionysus, que se lanzaba el mes pasado.
Dionysus es breve, demasiado breve para toda obra maestra que Lisa y Brendan entregan. Casi podría considerarse en EP, puesto que apenas llega a los 36 minutos, divididos en dos actos que contienen tres-cuatro canciones. Una decisión extraña porque dificulta mucho la escucha de las secciones de cada acto. Pero DCD no es que juegue precisamente a una estrategia comercial: no ha tenido prisa por sacar este nuevo trabajo, confirmando que se trata de un grupo nuevamente en activo, y no ha tenido en reparos en hacerlo en el formato que le ha dado la realísima gana.
Dionysus es un viaje que celebra a Baco en una serie de liturgias sonoras made in DCD que fusionan elementos de toda la cuenca del Mediterráneo, del cercano y medio Oriente y de los países africanos. Algunos hablan de una segunda parte del Spiritchaser porque, efectivamente, estamos ante un álbum profundamente étnico, que fusiona la percusión africana con los vientos y cuerdas orientales en un viaje de músicas del mundo apabullante. Otra de las cosas que se comenta por las redes, por lo que he leído hasta ahora, es el particular desequilibrio que muchos han notado entre la participación de Lisa y Brendan. El álbum es bastante instrumental, y la voz aquí pasa a ser un accesorio al servicio de una música mesmérica y ritual. Esto, comentan los entendido, es algo que proviene más de Brendan Perry. Parece como si el álbum hubiera sido orquestado por Brendan y Lisa participara a título de colaboradora. Yo personalmente, sin conocer las circunstancias, discrepo de esta teoría. Brendan y Lisa tienen ambos exitosas carreras en solitario (Brendan tiene dos álbums, mientras que Lisa ha firmado bastantes más y ha firmado numerosas bandas sonoras en solitario o con otros compositores; aquí una muestra) y, si hubieran querido, podrían haber seguido así. Lo genial de DCD es que el producto es superior a la suma de sus componentes. Brendan es un explorador de lo étnico, sobre todo en lo que se refiere al espíritu atávico de la música africana, de los ritmos griegos. Lisa es la que aporta la espiritualidad, esa hondura trascendental que tienen los álbumes de la banda. Cuando trabajan juntos es cuando nos ofrecen un resultado excepcional. Dyonisus es un recorrido, en clave de glosolalia, por las celebraciones a Baco en las islas griegas, es el desierto de Túnez, las sabanas africanas y el éxtasis de los cultos órficos. Sabe a poco, pero es Dead Can Dance puro. 


6.8.18

Diario de lecturas (XVIII)

De nuevo aprovecho el fondo de Can Sales para recuperar algunas lecturas que se me habían pasado o de las que me había quedado con ganas. De nuevo quiero felicitar el extraordinario trabajo que está haciendo esta biblioteca de Palma para tener una gran oferta de cómic, tanto en la comicteca como en la planta infantil-juvenil.

· En primer lugar, tenemos Astrid Bromuro: Cómo atomizar a los fantasmas, de Fabrice Parme (Dibbuks). A pesar de que este álbum es el segundo de la serie, puede leerse perfectamente. Las aventuras de esta jovenzuela de padres repipis y espíritu indomable, son exquisitas. En esta ocasión, a Astrid la envían a un internado carísimo en el que hay unos fantasmas que no descansan en paz. ¿Podrá junto a sus nuevas amistades resolver el misterio de sus muertes? Astrid Bromuro es un excelente cómic infantil, con una preciosa linea de dibujo de regusto añejo, como de revista de los años cincuenta. La narración es clásica, pero en ocasiones Parme nos sorprende con algunos ejercicios más complejos (en este tomo, la bajada por una escalera que nos permite ver todo el internado en una especie de corte transversal). Por si la historieta no hubiera bastado, el álbum ofrece como material extra una serie de pasatiempos que exploran los elementos de la narrativa gráfica: el uso del color, los guiones, la caracterización de personajes. No están porque sí, sino para jugar con el trabajo de un autor de cómics. Recomendable al 100%.

· Los diarios de Cereza 1: El zoo petrificado, de Aurélie Neyret y Joris Chamblain (Alfaguara). Hace tiempo que me rondaba este cómic, máxime cuando su carta de presentación es que ha sido galardonado con el Premio al Mejor Cómic Infantil de Angoulème. El problema es que, al ser editado por una editorial de libros, ha quedado un poco fuera del circuito de las librerías especializadas. Así que en la última Feria del Libro compré un álbum sin fijarme, y, ¡horror! era el tercero de la serie. Por suerte, en Can Sales tenían esta primera entrega, donde se nos presenta a Cereza, la protagonista,  y a sus amigas. Juntas descubren a un misterioso señor que cada día sale del bosque con botes de pintura. ¿Qué hace? ¿Dónde va? La respuesta la encontrará Cereza siguiéndolo y descubriendo su secreto. El zoo petrificado es un cómic que mezcla la narrativa a modo de diario (de ahí su nombre) con el cómic. Valores como el amor por la naturaleza, la amistad, la aventura, el respeto hacia los animales, el valor de las personas ancianas... son alguno de los que la lectura introduce de una manera sencilla y sin querer dar lecciones. El dibujo es una maravilla, y el color hace de ésta una obra visualmente muy atractiva. Los personajes no dejan de ser planos, pero una cosa que tiene este cómic es que la emoción recorre toda la trama y sacude al lector. Otra gran recomendación.

· Y finalmente, Valerosas 2, de Penelope Bagieu (Dibbuks), una nueva entrega del cómic ya comentado aquí anteriormente. ¿Qué decir ya que no dijera antes? No lo sé: la autora nos presenta más ejemplos de mujeres valientes, transgresoras, de ideas claras, y que tuvieron que luchar enconadamente en un mundo de hombres para hacerse escuchar, notar o ver. Me reitero en mi opinión: Valerosas es un cómic imprescindible. No sólo porque la autora recupera la intrahistoria de estas mujeres (lo que en inglés llaman herstory por oposición a history), muchas de ellas silenciadas o simplemente ignoradas por una cultura todavía demasiado patriarcal, sino porque la habilidad de Bagieu para la sintetización y el humor con las herramientas del cómic es fantástica. Este cómic tiene mucho valor didáctico en clase, y no sólo eso: es una excelente herramienta para demostrarles a ellas que pueden hacer lo que quieran, y a ellos que hay que respetar esa voluntad. 

Trío de muy buenas lecturas esta vez, por tanto, y trío de recomendaciones abrumadoras.

22.7.18

Diario de los muertos: recopilación

Como quizá sabréis, este año apareció mi libro, editado por Edicions UIB, sobre George A. Romero y su filmografía zombi. Lo podéis encontrar aquí y aquí.

Sea como toma de contacto, sea como expansión del tema, llevo unos cuantos artículos dedicados al cine de zombis, no sólo del director norteamericano. He pensado en recopilarlos aquí para tener un índice a mano. La mayor parte de ellos están publicados en el blog de RIRCA, el grupo de investigación de la UIB con el que trabajo.

· Diario de los muertos (VII): ‘Day of the Dead: Bloodline’ (2018)
· Diario de los muertos (VIII): ‘La venganza de los zombies vivientes’ (1989)

30.5.18

El juego está en la actitud

Cuando vi entre las novedades de Paidós el libro ¿Jugamos? Cómo el aprendizaje lúdico puede transformar la educación estuve tentado de pedir un ejemplar para reseñarlo en Papel en Blanco. Pero últimamente se me están acumulando de forma escandalosa las lecturas, de forma que la pila de libros pendientes puede fácilmente alcanzar el metro de altura, así que desistí de hacerlo. En su lugar, pensé, lo compraré yo mismo y lo leeré cuando pueda. De chill, dicen mis alumnos. Hoy me ha llegado y empecé su lectura por aquello de ver qué enfoque tiene.
No he avanzado mucho en su lectura (apenas cuarenta páginas), y en las primeras, su autora, Imma Marín, ya avisa de que espera que el libro resulte inspirador, y que no es su intención que éste sea un recetario de actividades para llevar directamente al aula. Confieso que esto me contrarió en parte, porque en todo esto de las nuevas pedagogías estoy un poco cansado de puntos de vista teóricos y de que intenten convencerme de sus bondades: quiero pasar a la acción, quiero ejemplos, actividades, modelos a seguir, sugerencias, propuestas de trabajo. Pero bueno, vamos a darle una oportunidad, dije.

En el segundo capítulo, cuando la autora se basa en las ideas de Huizinga aparecidas en Homo Ludens (Alianza, 1995), subraya la importancia del juego no sólo como vía de aprendizaje sino como fenómeno cultural. La actitud lúdica, dice, tiene que ver con la capacidad de asombrarnos, con la curiosidad, con las "ganas de"..., con la creatividad (...).

Y he aquí donde el libro me produce un primer electroshock. Va a parecer una tontería, algo traído por los pelos, pero desde hace años, muchos años, a veces me ronda por la cabeza esta frase: "tengo unas ganas de...!", que muchas veces nunca se completa. Muchas veces no, nunca. Tengo esta frase en mente en muchas ocasiones, y es como un pensamiento espontáneo, no sé de dónde viene ni qué quiere decirme. Y encontrarme una referencia directa en el libro... Me ha tocado personalmente.

La autora sigue: Es una actitud ante la vida. Y más adelante:  La capacidad de jugar no está en los objetos ni en las actividades que se nos proponen, sino en nosotras mismas [Imma Marín usa el femenino como plural genérico]. Es nuestra capacidad de mirar lúdicamente.

Y entonces todo encaja. Vuelvo a pensar en mí, y me recuerdo yendo de camino al cole (incluso recuerdo la calle y el tramo donde estaba) pensando en los deberes como si de conseguir los anillos de Sonic se tratara. Entonces ya veía los deberes hechos como bonus que me aportarían "puntos" o ventajas.  Y pienso en cuando empecé a estudiar Inglés, relativamente ya muy tarde (6º de EGB/Primaria), y cómo me pareció muy fácil porque era como un juego, un juego de misterio en el que resolver los mensajes en clave. Y pienso en cómo me gusta enfocar el estudio del análisis sintáctico como si fuera un juego de encontrar al culpable a base de pistas y de formular interrogatorios. Y pienso cómo, aún ahora, en casa, sigo pensando en términos de bonus a la hora de realizar las tareas domésticas. Así que, sin haber leído una página más del libro, pienso que igual sí tengo esa actitud de juego de la que habla la autora, la he tenido toda la vida. Y que quizá eso pueda usarlo en toda su amplitud algún día en clase si me enseñan cómo he de hacerlo.

Y ya está. Esta era la reflexión que quería dejar por escrito antes avanzar más en el libro y de que se me olvide.

19.5.18

Parecidos razonables (XXVII): Rocky vs. Knockout

Parecido razonable entre dos portadas de juegos sobre el mundo del boxeo. En primer lugar, Rocky (Dinamic, 1985), una de esas geniales portadas de Alfonso Azpiri de aquella época. En segundo lugar, portada de Knockout, juego de mesa de Frederic Moyerson (Victory Point Games, 2013). La portada es obra de Brett Michel.


6.5.18

Diario de lecturas (XVII)

Comparto aquí breves impresiones de las últimas lecturas que me llevé de la Biblioteca Can Sales de Palma, que desde el año pasado ha renovado la comicteca ampliando su espacio y dedicándole un rincón temático en la planta baja. Es encomiable el trabajo que están realizando sus bibliotecari@s promoviendo la lectura del cómic en esta biblioteca.

El primer cómic que leí fue La levedad, de Catherine Meurisse (Impedimenta), más que nada por todos los compañeros críticos que la habían leído y hablaban excelencias de ella. Ojo, que ha vendido más de 85.000 ejemplares en Francia en un momento en que las ventas no son las de antaño. La novela gráfica es un testimonio de Catherine Meurisse, una de las dibujantes del equipo de Charlie Hebdo. El día 7 de enero de 2015, la alarma de su despertador no suena y eso hace que llegue tarde a la reunión del equipo de diseñadores de la revista Charlie Hebdo que fue interrumpida por el conocido ataque terrorista que se saldó con la muerte de varios de los autores de la revista. Esta circunstancia del azar sirve a la autora para analizar sus sentimientos, que muchas veces aparecen en los supervivientes de la catástrofe, de vacío, de por qué yo no, de replantearse todo en lo que uno cree. Meurisse, con una risa amarga, en un estilo muy Charlie Hebdo, da cuenta de esas circunstancias de su día a día, desnuda su depresión, y las mil maneras en las que la encara, hasta encontrar algo en lo que apoyarse: la creación, la belleza. Efectivamente, mis compañeros tenían razón, se trata de un cómic fantástico, que sabe bucear en la psique de su autora sin resultar pedante ni autocomplaciente. Es un documento descarnado de un proceso de luto y reconfiguración, casi de resiliencia. Posiblemente hubiera votado esta obra como mejor del año 2017 si la hubiera leído a tiempo.

Como lo hubiera hecho con esta otra, Valerosas 1, de Penélope Bagieu (Dibbuks). El problema, muchas veces, es que uno no puede llegar a todos los cómics que querría por propia cuenta, y de tanto en tanto se escapan joyas como ésta. Nuevamente debo el mérito de haber descubierto esta obra a mis compañeros críticos de la ACDCómic, que llamaron la atención sobre este título, y afortunadamente lo encontré en Can Sales como nueva adquisición de este mes. De Pénélope Bagieu he de decir que he leído el resto de su obra publicada en castellano (Josephine, ¡Mi vida es lo más!, etc.) y es francamente olvidable: cómic a la moda actual para lectoras no habituales de este medio, en el que se frivoliza sobre las costumbres de la vida moderna de una mujer. Pero lo mismo que son cómics, podrían haber sido monólogos en un teatro. Pero en Valerosas, la autora usa un enfoque totalmente distinto. Se trata de breves biografías de mujeres que, como dice el subtítulo "sólo hacen lo que quieren hacer". Desde personajes más conocidas como Margaret Hamilton, la bruja de El mago de Oz, hasta Tove Jansson, autora de los Mumins, a otras desconocidas, Bagieu traza las vidas de estas mujeres de forma divertida e inteligente. No sólo es interesante el cómic por su trasfondo feminista, por el hecho de visibilizar a todo un colectivo de mujeres que, con pequeños o grandes hechos, han transformado el mundo, sino porque es un buen cómic: la autora emplea el lenguaje del cómic de una forma excepcional, y tanto la elipsis entre viñetas, cuidando siempre de la economía del lenguaje usado, como el humor están magistralmente administrados en este cómic. Otro título imprescindible.

Y ahora vamos al otro lado de la balanza. Tomé prestado también Chiisakobee 2, de Minetarô Mochizuki (ECC), una adaptación de una novela de Shûgorô Yamamoto ambientada en el periodo Edo que Mochizuki opta por trasladar al Japón contemporáneo. La serie ha tenido bastante éxito, recibiendo el Premio a la excelencia en el Japan Media Arts Festival de 2013, y siendo incluida en la selección oficial del Festival Internacional de la Bande Dessinée de Angouleme 2016. De nuevo, en nuestro país mis compañeros de la ACDCómic la señalaron como una serie a tener en cuenta, y yo mismo leí su primer tomo cuando salió, pero decidí dejarlo ahí. Ahora tenía la oportunidad de seguirla desde la biblioteca y así lo hice. Sentimientos encontrados ante la lectura. Porque cuando estaba en medio de ella, entendí por qué no la continué. La historia del heredero de una constructora que decide trabajar por sí mismo, y de paso tiene que hacerse cargo de una serie de niños huérfanos... no termina de llegarme. Mochizuki cambia radicalmente de registro desde su genial Dragon Head, y se planta aquí con una historia costumbrista de ritmo totalmente japonés: es decir, pausada, con decenas de transiciones, con mucho mundo interior... Y al final del segundo tomo puede uno entrever el juego al que quiere jugar Mochizuki y entrar en él... Pero a mí me cuesta horrores. Y no es sólo una cuestión de tempo de la narrativa, porque pueden gustarme los mangas de este estilo... Es sólo que uno no acaba de empatizar con los personajes, todos me terminan pareciendo muy lejanos, entiendo poco sus motivaciones, y por tanto, me interesa más bien poco lo que pueda sucederles. Como son cuatro tomos en total, si puedo terminarla a través de la biblioteca, lo haré, para ver si el conjunto me hace cambiar de opinión.

Y finalmente, otra novedad del mes en la biblioteca que tomé prestada: Tormenta, tomo integral de la serie regular por Greg Pak, Víctor Ibáñez y Barrionuevo (Panini). Es una serie originalmente publicada en 2014-2015, cuando en Marvel, conscientes de que un nuevo píublico de mujeres podía tener interés real en los cómics, surgió esa explosión de series con protagonistas femeninas. Tormenta fue uno de esos personajes. No enfocado hacia nuevas lectoras como Chica Ardilla o Ms. Marvel, Tormenta tiene el handicap de tener que comulgar con una enorme continuidad a sus espaldas, y aunque en Marvel no han tenido reparos en obviar esas continuidades cuando han querido, éste no es el caso. Así que el cómic se queda entre dos tierras: parece dirigido al fan de siempre, que conoció a la Tormenta original de Claremont y Smith, cuando llevaba el peinado de cresta la primera vez. Pak hace un cómic al uso, es decir, los lectores acérrimos de Marvel no creo que puedan ponerle muchos peros a esta serie: aventuras independientes, hechos de la continuidad general Marvel que terminan afectando a la colección (la muerte de Logan, ¿eres de los que tampoco lo sabía, como yo? Felicidades), caras conocidas de toda la vida (Calisto, Forja, Gambito) que los más jóvenes posiblemente desconozcan... ¿El resultado? El resultado es regular. Pak hace un guion de oficio que ni destaca para bien o para mal. Bastante previsible en algunas ocasiones y demasiado enredado en el conocimiento previo de los lectores, para mi gusto. Los dibujantes españoles del tomo, especialmente Víctor Ibáñez (proveniente de la cantera Joso), hacen un buen trabajo. Ibáñez sobre todo, para el que ha sido todo un tour de force trabajar con Marvel. Su estilo me recuerda en ocasiones a Brent Anderson o a Neal Adams, aunque en la entrevista posterior al tomo el dibujante no los cita como influencias. Interesante esta charla, además, porque se comenta que desde la editorial se insistió en no sexualizar a la protagonista con grandes atributos, y eso está bien. Pero de la misma manera que se ha tenido esta perspectiva de género en el diseño, en el guion se podría haber explotado mucho más tanto esta perspectiva de género como la de raza, que en este cómic no tiene ninguna importancia. En resumen: un cómic Marvel de lo más normal. O al menos para mí, que ya a este tipo de obras les exijo un plus para poderlas recomendar.

10.4.18

Regalos para una mamá ecológica

Se acerca el día de la madre y si quieres hacer algún regalo para esa persona especial que lo es todo en tu vida y además es un poco jipi-perrofláutica-ecológica-local-de comercio justo-kilómetro cero-sexy, aquí tienes algunas ideas:

· Una fabulosa casa de insectos para tu jardín, con todas las habitaciones para nuestros pequeños amigos.
· Un fantástico cinturón que parece de piel, pero no, es vegetal.
· Y mucho amor.

¿No has tenido suficiente?
· Unos pantalones impermeables para tu bebé montessori.
· Más pantalones impermeables para tu nene de guardería de pedagogía alternativa.
· Un libro sobre TEAs y no de fuego.
· ¿Cansada de que en tu casa se pasee la borra como si fuera una película del oeste? Prueba este robot aspirador. Te será muy útil hasta la revolución de las máquinas.
· Todos hemos jugado con él alguna vez de pequeños: Twister, ahora con descuento especial.
· ¿Deseando que tu vástaga conecte mejor con la naturaleza? Plántasela en todos sus morros con estos prismáticos infantiles bien chulos.
· ¿Una tabla de polietileno para mamá o la suegra? No para darle, para que cocine.

· ¿Un juego creativo Milfiori de imágenes de mosaico, diseño de animales del bosque, multicolor? ¡Seguro que sí!

· ¡Escarpines para ir a la playa perrofláutica, ou yeah, pues claro!

29.3.18

Sobre viajar

Una de las cosas que más, dicen, llena el corazón y el alma del ser humano es viajar. 

Pero a mí no me gusta. 

A ver. Sí me gusta, pero me falta el sentido de la responsabilidad. Si me llevaran de viaje, y no tuviera que pensar en nada, que me lo dieran todo hecho, sí que me gustaría. Ver cosas nuevas y tal, visitar lugares lejanos... Eso sí. Pero soy terriblemente irresponsable, o inmaduro, y vago en esa cuestión.

Viajar me estresa horriblemente. Hacer todos los preparativos, buscar vuelos, alojamientos, itinerarios, precios de transporte, lugares en los que comer, sitios que evitar, etc. Me pone muy nervioso. Mucho. Prefiero no hacerlo. No me gustan los aeropuertos, me estresa pasar controles, tener que estar pendiente de documentaciones, billetes, horarios... En la ida, no estoy tranquilo desde que salgo de casa hasta que estoy sentado en la butaca del avión y este alza el vuelo. Luego igual puedo relajarme... Hasta la vuelta.

Y aquí es donde entra todo el buenismo de nuestra sociedad, que nos insiste en que hay que viajar mucho, y ver mucho mundo, y que todo son beneficios, y que te cambia, y que luego eres otra persona, y cuando vuelves de vacaciones la pregunta obligatoria de todo el mundo es ¿dónde fuiste? Y me siento mal por decir, o hasta pensar, pues no, a mí no me gusta viajar. No soy viajero. No soy de escapaditas, ni menos de planear grandes viajes.

Pero constantemente me siento culpable. ¿Cómo que no te gusta viajar? ¡Si viajar es lo que más llena al ser humano! ¡Conocer otros sitios, otras gentes, otras formas de pensar y de vivir! ¡Viajar es vivir! ¡Tonto, gilipollas, paleto! Prefieres quedarte encerrado entre tus libros, como siempre. En tu cueva, con la nariz entre las hojas.

Pues sí, mira. Soy así. Esto es lo que me gusta. Y viajar no me entusiasma. Ya está. ¿Soy peor persona por ello? Parece que la sociedad nos vende constantemente ese anhelo por viajar, y ver mundo, y si no lo haces, algo se te está escapando, no estás viviendo, no estás siendo verdaderamente feliz.

Oye, pues a mí, desde el fondo de mi ser, el viajar no me llama. No siento esa necesidad. Puedo entender esa necesidad y compartirla, pero no la tengo. Incluso iré contigo de viaje si tienes en cuenta lo que he dicho. Pero no tengo ese anhelo dentro de mí mismo. No soy persona de mundo. No. Joder. No. Y ya está. Y me gustaría que se pudiera respetar, y no pensar que soy un ser humano de segunda por ello.

3.1.18

Cerrando 2017: la música

Aquí adjunto algunos de los datos musicales de este año:

Totales:




Volvemos a los clásicos. Se nota que me voy haciendo viejo porque cada vez hay menos descubrimientos y tiro de cosas que me gustan de verdad. Destaco el trabajo de Bohren y AATT, con dos discos que, aún haciendo años y años que los machaco, siguen sin aburrirme. Al de Earth le di un montón también, porque lo estuve poniendo de fondo mientras rejugaba STALKER: Shadow of Chernobyl.



Nuevo récord de reproducciones tras unos cuantos años en caída desde 2013.


Sin sorpresas en los artistas más escuchados. Se corresponden también con los escuchados en el coche, y que no pueden ser scrobbleados.




2.1.18

Cerrando 2017: los posts

No he podido cerrar 2017 por falta de tiempo. Publico esto a modo de recordatorio. Yo había entrado a hacer otra cosa y me he liado.

Este año tengo que decir que estoy satisfecho por la cantidad de posts escrita, que ha sido muy buena, pero que lamentablemente se ha perdido.

Papel en Blanco: ha sido imposible hacer un recuento, pues en junio el blog cerraba sus puertas como división de la empresa que lo había creado, y en septiembre volvía a andar esta vez como proyecto personal de sus editores.

La Voz del Muro se lleva el premio al Fiasco del Año. También fue un proyecto que se fue al garete. Prometía ser un portal interesante a contenido especializado tal como lo es Medium (de hecho, creo que era su inspiración), pero el abuso de muchos usuarios que quisieron monetizar contenido viral y de clickbait lo terminó hundiendo. Escribí a los creadores de la página en este sentido, y al final su solución ha sido cerrar la página, con lo que he perdido algunos de los posts que sólo publiqué allí (para que luego uno vaya haciendo contenido exclusivo).

Este año intentaré centrar mis esfuerzos en Papel en Blanco, seguir recopilando mi trabajo como crítico en Iconotropía, cumplir con mi cuota en RIRCA, y dejar tiempo para lo que me apetezca escribir de forma libre en Immaculúdica, el blog que abrí para documentar el Aula de Juegos que he abierto en el cole, y en esta alma mater, Cisne Negro. 

Papel en Blanco: ? (seguramente unos 120 hasta junio, luego parón, y desde noviembre quizá 20, pongamos 150 en total)
Iconotropía: 82 
RIRCA: 24 
Cisne Negro: 14
La Voz del Muro: 8 (fiasco del año)
Immaculúdica: 4
Fénix Negro: 4
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